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¿Te interesa saber como puedes ayudar a una persona con ansiedad? En este artículo te damos algunas claves para ello.
La ansiedad es miedo, preocupación, temor… un sentimiento que puede tener diferentes intensidades, a veces adaptativas y naturales, pero en otras ocasiones nos puede anular por completo. Las causas pueden ser físicas, emocionales o deberse al pasado.
¿Cómo puede afectarnos?
Todo el mundo ha sufrido ansiedad puntualmente, quizá por una entrevista de trabajo, al tener que tomar una decisión importante o en una situación de peligro. Pero no se trata solo de sentir estrés, la ansiedad va más allá.
Aunque nos ayuda a afrontar los problemas, es común que la ansiedad continúe o aparezca cuando ya no hay peligro o factores estresantes a nuestro alrededor. Esta emoción constante, sin un motivo aparente puede afectar mucho nuestra vida y convertirse en un trastorno.
Los trastornos de ansiedad perduran en el tiempo y es complejo gestionarlos y tratarlos. Por lo tanto, una atención a tiempo y algunos consejos para gestionar la ansiedad pueden prevenir mucho malestar psicológico futuro, reducir el nivel de estrés y aumentar nuestra calidad de vida.
Ansiedad adaptativa vs. desadaptativa
La ansiedad es una respuesta normal del organismo, que nos ayuda a estar alerta cuando lo necesitamos. Por ejemplo, si vas a cruzar la calle y ves de reojo que viene un coche a toda velocidad hacia ti, tu cerebro enviará señales a tu cuerpo para que éste se ponga en marcha, se active, y de esa forma corras o no cruces.
Ese pico tan inmediato y corto de ansiedad ha provocado que estés alerta, tu corazón ha bombardeado sangre más rápido para que estuvieras preparada para lo que hiciera falta.
Imagínate, que tienes una reunión importante. En ese caso, puede que estés nerviosa, sobre todo si no has tenido ninguna similar o eres nueva en el trabajo. Esos nervios, esa ansiedad que aparece en esos momentos, te ayuda a estar activa y prepararte bien esa reunión.
Ansiedad adaptativa
Por lo tanto, la ansiedad es una respuesta fisiológica adaptativa, ya que hace que nos adaptemos mejor al entorno en el que vivimos.
Lo ideal sería que la ansiedad apareciera solamente cuando fuera estrictamente necesario, pero en la vida de la mayoría de personas, no es así.
Entonces, ¿Cuándo se vuelve la ansiedad algo desadaptativo, que nos perjudica más que nos ayuda?
Cuando se vive en situaciones donde no hay peligro o bien es demasiado elevada en proporción al peligro al que nos enfrentamos.
Volvamos a la situación de antes: tienes una reunión muy importante en el trabajo, por lo que estás nerviosa. Pero no puedes dormir ni dejar de pensar en la reunión, la tienes en la mente continuamente y lo estás pasando verdaderamente mal. Ahí es cuando esa ansiedad no es adaptativa, ya que nos hace sufrir demasiado en comparación al problema al cual nos enfrentamos.
La ansiedad a veces también puede aparecer en una situación donde lo lógico es sentir ansiedad, pero no desaparecer después.
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Cómo ayudar a una persona con ansiedad: 15 cosas que podemos decirle
Las personas que tienen ansiedad elevada o un trastorno de ansiedad lo pasan verdaderamente mal. A veces las personas de su alrededor no las comprenden o piensan que están exagerando, y se pueden decir cosas que aunque sin mala intención, son muy dañinas para las personas que sufren ansiedad. En este tipo de situaciones, muchas veces no sabemos cómo se siente la persona ni qué necesita. Aquí recopilamos 15 cosas que sí podemos decir a alguien que sufre ansiedad:
- Si necesitas hablar, estoy aquí.
- Entiendo que esto sea difícil para ti.
- Siento que estés pasando por esto.
- No puedo comprender por lo que estás pasando pero entenderé la decisión que tomes.
- ¿Puedo hacer algo por ti?
- Entiendo que para ti esto es importante, ¿quieres que lo hablemos?
- Debe de ser angustiante sentirse así como dices.
- ¿Cómo crees que podrías mejorar esta ansiedad?
- Decidas lo que decidas, yo estaré aquí.
- Yo no lo veo como tú, pero tu visión es válida como cualquier otra.
- ¿Cómo lo podemos hacer para que te sientas mejor? Me gustaría ayudarte.
- Yo te acepto tal y como eres.
- Estás demostrando que eres fuerte.
- Lo importante no es no tener miedo, sino afrontar ese miedo, poco a poco, si te ves capaz.
- Yo estaré a tu lado.