Los rumores son el medio de comunicación más antiguo. Son mentiras o medias verdades que se pasean como verdades absolutas. Son afirmaciones arraigadas, generalmente, con una base en la ignorancia o el interés. Y, sobre todo, se caracterizan por tener una cualidad esencial: se expanden con una rapidez increíble; causa principal de que sean tan difíciles de contener y, sobre todo, eliminar.
Y sin embargo, se puede. La frase sirve de motivación en el origen de Stop Rumores. Una iniciativa que pretende facilitar y poner a disposición de cualquier persona herramientas que permitan desmantelar rumores. Deshacerlos pieza a pieza para demostrar que no son más que eso: chismes, ruido, falsedades. Una labor que se convierte en vital para la buena convivencia, el respeto entre los vecinos. Para aprender y saber disfrutar de la diversidad.
Se puede, claro. Cualquier persona en cualquier sitio. Es otro de los pilares de Stop Rumores, cuya eficacia se basa en el trabajo en red, en llegar a más gente, en expandir la verdad en los cauces del rumor. Por eso es tan vital la labor de los denominados Agentes Antirumor. Personas que han asumido los conocimientos y herramientas para luchar contra los rumores en cualquier contexto: en el trabajo, en una comida familiar, en el bar con los amigos, en el viaje en tren.
Para ello, un aspecto muy importante tiene que ver con los datos, estadísticas o informes que permitan disponer de información objetiva con la que luchar contra los rumores. Fuentes fiables y verificadas que permiten contar con argumentos claros y concisos para desenterrar la verdad y sacarla a relucir. En Stop Rumores se presenta toda esa información de forma muy gráfica, sencilla y fácil de comprender en las infografías que desmontan los cinco primeros rumores en los que se centra el proyecto. Apenas un punto de partida para ampliar la cobertura a otros aspectos relacionados con las personas inmigrantes y, más adelante, otros colectivos.
Los datos, sin embargo, no sirven por sí mismos para desmontar un rumor. Hace falta ir a la raíz, a la vivencia. Al nivel emocional donde tiene sus cimientos. Y es ahí cuando entran otras cuestiones a tener en cuenta como el respeto a la opinión de la otra persona, encontrar el momento adecuado, la escucha activa o la invitación a la curiosidad son algunos de los aspectos básicos a la hora de desmontar rumores, son básicos,rumores, son básicos, tal y como recoge el Manual Antirumor creado por Stop Rumores. Los Agentes Antirumor saben encontrar esos espacios apropiados, conocen cómo llevar la conversación a su terreno y consiguen, al menos, que la otra persona se replantee si lo que cuenta es un rumor o una verdad. Será la primera piedra que contendrá el río de rumores.
Son muchos los recursos que, a nivel online, podrá usar cualquier persona desde Stop Rumores: vídeos, informes, infografías… Materiales que, además, permitirán ampliar la red del proyecto vía redes sociales como Facebook y Twitter, que tienen también una inmensa capacidad para distribuir los mensajes, para activar la duda en aquellos que piensan que los rumores son verdad. Paremos los rumores. Convivamos mejor. Se puede.
Autor de este articulo: Nacho Sánchez técnico del proyecto Stop Rumores.