La ley española establece que la baja laboral por enfermedad o accidente no es motivo de despido. Es decir, un empresario no puede despedir a un trabajador por el mero hecho de estar de baja.
Sin embargo, sí se puede despedir a un trabajador estando de baja por otras causas, como por ejemplo:
- Fin de contrato: Si el contrato de trabajo finaliza, el trabajador puede ser despedido, incluso si está de baja.
- Expediente de regulación de empleo (ERE): En caso de ERE, la empresa puede despedir a trabajadores, incluso si están de baja.
- Despido disciplinario: Un trabajador puede ser despedido por un incumplimiento grave o reiterado de sus obligaciones laborales, incluso si está de baja.
En estos casos, el despido debe ser justificado y motivado. El empresario debe comunicar el despido por escrito al trabajador, indicando el motivo del mismo.
Si el despido no está justificado, se considera nulo. En este caso, el trabajador puede impugnar el despido ante los tribunales y, si le dan la razón, la empresa deberá readmitirlo y pagarle una indemnización.
¿Qué ocurre con la indemnización si me despiden estando de baja?
La indemnización por despido depende de la antigüedad del trabajador. Si el trabajador tiene una antigüedad de menos de un año, la indemnización es de 12 días de salario por año trabajado. Si el trabajador tiene una antigüedad de más de un año, la indemnización es de 20 días de salario por año trabajado.
En caso de despido nulo, la indemnización es de 33 días de salario por año trabajado.
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¿Qué puedo hacer si me despiden estando de baja?
Si un trabajador es despedido estando de baja, lo primero que debe hacer es recibir la comunicación de despido por escrito. En esta comunicación, el empresario debe indicar el motivo del despido.
Si el trabajador considera que el despido no está justificado, debe impugnarlo ante los tribunales. Para ello, debe presentar una demanda ante el Juzgado de lo Social de su localidad.
En la demanda, el trabajador debe exponer los motivos por los que considera que el despido es nulo. También debe aportar pruebas que apoyen su argumentación.
Los tribunales analizarán el caso y, si consideran que el despido es nulo, obligarán a la empresa a readmitir al trabajador y a pagarle una indemnización.