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Los despidos nulos e improcedentes no son tipos de despido en sí, sino posibles efectos de un cese no voluntario del trabajo. Esto significa que un despido objetivo, uno disciplinario y uno colectivo (es decir, las tres modalidades de despido que existen) pueden ser nulos, improcedentes o procedentes.
¿Pero qué significa que un despido es nulo o improcedente?¿Cuáles son las consecuencias de los mismos? ¿Cómo reclamar ante estos tipos de despidos? Quédate leyendo que damos solución a todas estas cuestiones.
Despido nulo o improcedente: significado
Despido nulo
Un despido se considera nulo cuando el empresario incurre en la ilegalidad al despedir a un empleado. Es decir, cuando la causa no es en realidad un motivo de despido legal.
Así, según el artículo 55 del Estatuto de los Trabajadores, un despido será calificado como nulo cuando:
- La causa alegada es discriminatoria (según lo establecido en la Constitución o en las leyes).
- Violen los derechos fundamentales y las libertades públicas del afectado.
Despido improcedente
Habrá habido un despido improcedente si la empresa lo realiza sin una causa justificada. O también cuando no se cumplen los requisitos formales necesarios.
Un ejemplo de un despido disciplinario sería despedir a alguien verbalmente, ya que un despido debe hacerse siempre por escrito.
Consecuencias del despido nulo e improcedente
Las consecuencias de ambos despidos son diferentes:
Consecuencias de un despido nulo
Tras un despido nulo, se debe reincorporar al empleado en las mismas condiciones, y en el puesto que tenía antes. Como si nunca se le hubiera destituido.
Pero además, se tienen que abonar los salarios de tramitación (los días que ha dejado de percibir mientras estaba despedido). Debe cobrarlos de forma obligatoria aunque no haya trabajado.
Importante destacar que aunque no quieras volver a la empresa, estás obligado. Si no lo haces, perderás los salarios de tramitación.
Consecuencias de un despido improcedente
En este caso, los responsables de la empresa pueden elegir libremente si readmitir a la persona o pagarle una indemnización.
En caso de elegir la indemnización, ésta conlleva el abono de una cuantía de 33 días de salario por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades.
¿Cómo reclamar ante un despido nulo o improcedente?
Si no estás de acuerdo con el despido, puedes reclamar.
Lo primero que tendrías que hacer es interponer la llamada papeleta de conciliación. Este trámite es obligatorio en los casos de despido nulo o improcedente.
Una vez interpuesta, se cita a las partes (empresa y trabajador) a un acto de conciliación para intentar negociar un acuerdo y evitar un proceso judicial.
En caso de no llegar a un acuerdo, podrás interponer una demanda ante los Juzgados de lo Social. El plazo para presentar la demanda en los juzgados es de 20 días hábiles desde la notificación del despido.
Y el procedimiento termina en sentencia donde el despido puede declararse nulo, improcedente o procedente.