En los tiempos que corren de pandemia y crisis, no es de extrañar que muchas personas no aporten una nómina en su cuenta bancaria.
Es probable que, sin darnos cuenta, estemos gastando una importante cantidad de nuestro dinero en comisiones bancarias, las cuales pueden ascender hasta más de 200 euros al año.
Vamos a ver cómo podemos evitar, o al menos, minimizar estas comisiones anuales de mantenimiento por no tener nómina.
¿Qué son las comisiones?
Es la cantidad de dinero que te cobrará un banco por prestar sus servicios. Cada entidad cobrará porcentajes diferentes de comisiones e incluso las cancelará cuantos más servicios les solicites.
Por ejemplo, se cobrarán por el mantenimiento de una cuenta corriente, por el uso de una tarjeta de crédito, por transferencias, cambio de divisas, etc.
Las comisiones más comunes
De mantenimiento:
Esta comisión se cobra solo por tener una cuenta abierta. Si tienes tarjetas, seguros o recibos domiciliados, pero no una nómina, esta comisión se te cobrará.
De administración:
Este coste viene por cada movimiento que realices con tu cuenta. Son muy bajos, apenas unos céntimos. Pero si haces muchas a lo largo del mes, es un gasto considerable. En este caso debes saber que las operaciones que pagas son las que realizas en ventanilla.
Por transferencia:
Esta comisión se la habrán encontrado muchas veces los autónomos, porque también pertenecen a las personas sin ingresos demostrables. Las transferencias dentro de la zona SEPA (países del Espacio Económico Europeo, San Marino, Suiza y Mónaco) son gratuitas. Por lo que, si tu banco te está cobrando, deberías reclamar. Fuera de esta zona SEPA, las transferencias las tendrás que pagar obligatoriamente.
El envío de dinero de una cuenta a otra del mismo banco son traspasos y también son gratuitas. Si las cuentas no son del mismo banco, esas transferencias si se pagan.
Emisión y mantenimiento de tarjetas:
Esta comisión debes pagarla tanto cuando te entregan la tarjeta como mensualmente mientras la tengas y ninguna se libra. Tanto las tarjetas de crédito como las de débito tienen comisiones. Normalmente, los bancos dejan las tarjetas gratis si haces un mínimo de compras con ellas.
Por usos de cajeros:
Esta comisión es muy sencilla de evitar porque solo aparece cuando utilizas un cajero que no es de tu entidad. Simplemente intenta realizar todas las operaciones en terminales de tu banco o encuentra una entidad que tenga convenios con más bancos para aumentar el número de cajeros que puedes usar.
Posibles soluciones ante estas comisiones
Estas comisiones no se suelen cobrar en cuentas jóvenes o para colectivos vulnerables, pero si en las cuentas corrientes típicas.
Si bien algunas no es posible evitarlas del todo, existen algunas opciones que podemos tomar:
Informarnos de las condiciones de nuestra cuenta con la entidad bancaria.
Muchas veces no sabemos apenas de las condiciones bajo las que nuestra cuenta bancaria se abrió o con el tiempo se nos ha olvidado. Es por ello que es recomendable acudir a nuestro banco para informarnos de todas las condiciones de nuestra cuenta y, de ser posible mejorarlas.
Banca online.
Es una de las alternativas que se está extendiendo con mayor rapidez entre los usuarios, sobre todo los más jóvenes.
Y es que, con las cuentas online, las comisiones casi desaparecen y nos ofrecen opciones gratuitas y económicas para todos nuestros movimientos habituales.
Otro acto sencillo que nos puede ahorrar dinero es el de realizar traspasos de dinero a través del servicio Bizum, en lugar de las transferencias habituales, siempre que sea posible.
Cambiar a una entidad con cuentas libres de comisiones.
Existen varias entidades que ofrecen cuentas con comisiones gratuitas, así como las gestiones y los costes de mantenimiento.