El Ingreso Mínimo Vital (IMV) es una prestación mensual para las personas más vulnerables, que responde a una iniciativa que ya estaba prevista pero cuya puesta en marcha se adelantó, debido a la crisis del coronavirus. La Seguridad Social ofrece esta prestación desde el pasado 15 de junio de 2020, fecha en que se pudo empezar a solicitar.
Desde entonces, aunque aún existen muchos hogares esperando la resolución aprobando su solicitud, para muchas personas, el IMV supone su única fuente de ingresos.
Cómo justificar la aprobación del IMV
En ocasiones alguna administración, puede solicitarnos un justificante o certificado de la aprobación de esta ayuda. Para justificar la aprobación de forma oficial podemos hacerlo con la siguiente documentación:
Mediante la resolución de la solicitud de la prestación del IMV la cual contiene esos datos. Esta resolucion la obtenemos cuando nos envían a nuestro domicilio la carta en la que nos indican la respuesta a este tramite.
En el caso de que sea positiva, en esa misma carta nos indicarán la aprobación de la prestación, indicando la fecha que da comienzo al derecho. Además, nos indicarán la cuantía que nos han concedido y que vamos a recibir de manera mensual, que se extenderá en el tiempo, siempre y cuando las circunstancias que generaron el derecho a la aprobación, no se modifiquen.
En cuanto a la fecha en la que comenzaremos a cobrar la prestación, en el texto del Real Decreto-ley 20/2020, de 29 de mayo, en concreto en su artículo 11, se cita cuándo se cobra el IMV. «El derecho a recibir la prestación nacerá a partir del primer día del mes siguiente al de la fecha de presentación de la solicitud».
Es, por tanto, que, si recibo la resolución positiva, por ejemplo, un 10 de abril, el primer pago será entre el 1 y el 4 de mayo. Aunque hay que tener en cuenta que la fecha puede variar dependiendo de la entidad bancaria ala que pertenezcamos, ya que algunas adelantan el pago.
Para qué nos piden un justificante de percibir el IMV
Al igual que, cuando estamos trabajando, nos piden que aportemos nuestra nómina y contrato de trabajo, para así justificar nuestros ingresos y la duración de estos, también nos pueden pedir que justifiquemos las prestaciones que recibimos, cuando estamos en desempleo.
Existen múltiples circunstancias en las que tengamos que justificar el cobro del IMV, para demostrar nuestros ingresos.
Por ejemplo, para poder acceder al alquiler de una vivienda, para financiar el pago de algún artículo a plazos, o a la hora de pedir un préstamo en una entidad bancaria. También es probable que nos soliciten una justificación de la percepción del IMV para poder acogernos a algún tipo de beneficio, como, por ejemplo, para una reducción de las comisiones en las cuentas bancarias.
Otra opción, es la posibilidad de solicitar una cuenta bancaria para colectivos vulnerables, para la cual nos solicitarán los ingresos que tengamos, y, por tanto, tendremos que justificar la cuantía y el tiempo de la prestación.