El inicio del curso escolar este año está teniendo más quebraderos de cabeza de lo normal, y la compra del material escolar no está siendo menos. Los centros escolares ya han mandado la lista para el próximo curso escolar a las familias, pero este año, se presentan varias dudas e inconvenientes que debemos de tener en cuenta.
Según un estudio de El Observatorio Cetelem Estacional, los españoles destinarán 230 euros de media, lo que se traduce en un 2% más en comparación con el curso 2019-2020, donde la media se situaba en 226 euros.
Mayor desembolso de dinero:
Además de los tres pilares básicos en cuanto a gastos para la vuelta al cole (material escolar, libros de texto y ropa), se prevé que las familias tengan que realizar un mayor gasto de dinero en la vuelta al cole debido a la obligatoriedad del uso de mascarillas, además de gel hidroalcohólico, en el caso de no ser proporcionados por el centro escolar.
En el caso de que se tenga que recurrir a la semi presencialidad, es posible que suponga la necesidad de la adquisición de un dispositivo electrónico (ordenador o Tablet), incluso la adquisición de licencias para obtener el material de texto en formato digital.
Sin embargo, al encuestar a diversos padres y madres, cambia el panorama. El informe elaborado por Cetelem refleja que un 58% de los encuestados está dispuesto a gastarse la misma cantidad de dinero que invirtió en el curso anterior. Un 16% reconoce que su intención es destinar más dinero este curso, mientras que el 26% restante prevé realizar un desembolso menor que en 2019-2020. De hecho, este último porcentaje ha subido un 10% en relación al año pasado.
Así pues, aunque se prevea un mayor desembolso para este curso, las familias no lo ven tan claro, ya que se encuentran en tal incertidumbre ante la situación sanitaria que vivimos, que prefieren andar con pies de plomo cuando se enfrentan a la lista de materiales de sus hijos.
Por nuestra parte, nos hemos puesto en contacto con dos de los principales colectivos implicados en este asunto: las familias y los comercios donde se vende el material escolar (papelerías, pequeñas tiendas de barrio, supermercados, etc.), y podemos sacar dos puntos clave que están sucediendo y en lo que la mayoría coincide:
Reutilizar material:
Las familias están reutilizando el material del curso pasado, ya que, al producirse el confinamiento en el mes de marzo, en la mayoría de los casos los cuadernos, carpetas y útiles no se llegaron a gastar. Incluso el menor desgaste de estuche y mochilas, por lo que dicha reutilización supone un ahorro económico significativo.
Bajada en las ventas de material y libros de texto:
Por parte de los comercios, están notando una bajada en las ventas para el próximo curso, por una parte, las familias reutilizan material como hemos comentado en el punto anterior, además de que no compran el material para todo el curso como en otros cursos se hacía. En cuanto a los libros de texto, los comerciantes cuentan que muchas familias están solicitando la posibilidad de adquirir los libros necesarios solo para el primer trimestre y tener la posibilidad de ir comprando el resto según se vayan necesitando, todo ello ante la incertidumbre de cómo va a ir evolucionando la pandemia y su gestión.
Todas estas situaciones se ven acentuadas en las familias más vulnerables. Actualmente hay una gran pérdida de poder adquisitivo por parte de las familias, que en gran parte se encuentran con ERTES o en desempleo ante la situación actual.
Si bien existen becas y ayudas puntuales por parte de los servicios sociales, estas son insuficientes ante los inicios del curso. Muchas familias dependen de campañas de recogida de material organizadas por ONG o asociaciones privadas o vecinales que ni de lejos llegan a abastecer a toda la población de lo necesita. También cabe destacar el retraso en la concesión del Ingreso Mínimo Vital con el que muchas familias contaban tener para estas fechas que tan cuesta arriba se hace, y que tanto se necesita.
