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El Gobierno y los sindicatos han pactado que los sueldos más bajos se suban al 8%, de manera que se eleven hasta los 1.080 euros al mes, que equivalen a 15.120 euros brutos anuales. La subida no tendrá consecuencias fiscales. Los trabajadores beneficiados por la subida, de hecho, prácticamente no tendrán que pagar impuestos a pesar de ella.
Esto será gracias a los últimos Presupuestos Generales del Estado (PGE), que recogen una reforma del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) que beneficia a las clases bajas. En este caso, hablamos del incremento del mínimo exento, que ha pasado de 14.000 euros anuales a 15.000 euros.
Así, las repercusiones fiscales para los trabajadores de subir el salario mínimo hasta los 15.120 euros son prácticamente nulas. Carlos Cruzado, presidente del sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha), explica que su equipo ha hecho números y que la retención que se aplicaría en estos sueldos «sería mínima» y solo en casos muy concretos.
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Retenciones por el IRPF de hasta 40 euros
De hecho, según los cálculos del equipo de Gestha, los trabajadores que cobren solo el SMI tendrían retenciones por el IRPF de, como mucho, 40 euros. «Esto si es soltero y no tiene personas a cargo» ni acceso a deducciones. «Si tiene hijos no va a tener que tributar», explica Cruzado.
La declaración de la renta seguirá sin ser un problema para estos trabajadores. No es necesario hacerla a no ser que se tengan unos ingresos superiores a los 22.000 euros anuales. Aunque si se tiene más de un pagador, este tope cae a los 12.000 euros anuales.
Elevar el SMI un 8% comporta, entre otras consecuencias, un aumento de las bases mínimas de cotización. Por esta causa el Ejecutivo espera (según indica la memoria económica del decreto) más de 71 millones de euros extra para las arcas públicas.
Por otro lado, el incremento del SMI también va a permitir un mayor acceso a las prestaciones y los subsidios que dependen de él como indicador.
El incremento del SMI elevará los salarios de 2,5 millones de trabajadores, particularmente mujeres, según los sindicatos. Esto supone aumentar el sueldo de un 13,7% de la población asalariada de España, al 18% de las mujeres y al 15% de los trabajadores del sector servicios.