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La mayoría de la gente de hoy difícilmente puede concebir la vida sin Internet. Internet ofrece acceso a noticias, correo electrónico, compras y entretenimiento, a cualquier hora del día o de la noche.
Cuando pensamos en internet, podemos caer en el error de que sea totalmente accesible, sin embargo, no podemos confundir la globalidad con la accesibilidad.
Es posible pensar que el término “accesibilidad” se ha puesto de moda en los últimos años, y parece estar por todas partes: edificios accesibles, voto accesible, ocio accesible, pero la accesibilidad es mucho más que una moda y más de una necesidad básica: el derecho de las personas a realizar labores cotidianas con toda la autonomía que les sea posible.
Según cuenta Pilar Soret, directora comercial de ILUNION, Tecnología y Accesibilidad, perteneciente al grupo ONCE. Internet es más accesible que hace unos años, pero todavía no es accesible.
Para Pilar, la gran diferencia que existe entre el urbanismo y la tecnología es que en el primer caso «los edificios ya estaban hechos antes de que hubiera una concienciación o incluso la exigencia legal, así que parece lógico que no se hicieran en su momento de forma accesible». Sin embargo, «Internet debería haber nacido siendo accesible para todos».
Quienes están afectados por la accesibilidad web
Los usuarios con discapacidad sensorial presentan dificultades o imposibilidad para percibir la información: las personas invidentes no pueden acceder al canal visual. Mientras que las que tienen dificultades de visión pueden hacerlo siempre que se cumplan ciertos requisitos. Pero en este grupo también hay usuarios que presentan problemas auditivos o incluso que tienen afectado el sentido del tacto, y todo ello debe ser tenido en cuenta para una buena experiencia de navegación.
Los usuarios con discapacidad motora encuentran grandes barreras a la hora de interactuar con los dispositivos móviles. Pues tienen dificultades o limitado el movimiento, o la aplicación de fuerza o el uso de varios gestos simultáneos. La interacción con la pantalla táctil o la pulsación de teclas suele ser un problema para ellos, necesitando alternativas de entradas más simples, como los comandos de voz.
Por último, los usuarios con discapacidad cognitiva, en general, presentan dificultades de comprensión o aprendizaje. Por ello, la simplicidad en su manejo es básica. Cuanto más sencilla, uniforme e intuitiva sea una web o una aplicación móvil más fácil será para ellos.
Pero la accesibilidad Web también beneficia a otras personas, como las de edad avanzada que han visto mermadas sus habilidades a consecuencia de la edad.
Qué es la accesibilidad web
Por «accesibilidad web» entendemos el conjunto de tecnologías, normas de aplicación y diseño que facilitan la utilización de los sitios Web siguiendo las pautas del «diseño para todos».
El fundamento para desarrollar una web accesible radica en comprender que las personas acceden a Internet de modos diferentes y por eso es muy importante que se tenga en cuenta en la creación de páginas web su accesibilidad web.
Cómo hacer accesible una web
El desarrollo de sitios web accesibles comprende un conjunto de ventajas para su creador, entre las cuales se encuentra el que se tengan más visitas. Si el sitio web es accesible, más personas podrán llegar a los contenidos, con esto se cumple un derecho y obligación que el ciudadano tiene y no es más que el acceso a toda la información disponible en internet.
Existen unas recomendaciones y pautas a seguir que van desde el principio de la creación de la Web hasta su finalización, este es el principal requisito en un diseño web accesible.
Por ejemplo, estos son algunos de los casos de colectivos que deben beneficiarse por la accesibilidad web:
- Usuarios con ceguera total que usan un programa lector de pantalla para acceder al contenido del navegador, escuchándolo por los altavoces o leyéndolo con sus dedos mediante una línea Braille.
- Los usuarios con poca visibilidad, visión parcial o ceguera al color, que emplean sistemas de ampliación de la pantalla, recurren al aumento del tamaño de las letras o requieren un contraste efectivo de color entre el texto y el fondo.
- Usuarios con limitación motriz en sus manos, que no pueden utilizar el ratón y acceden al contenido web exclusivamente mediante el teclado de su ordenador o lo hacen mediante sistemas de reconocimiento de voz, navegando mediante instrucciones verbales que dan a su ordenador.
- Los usuarios con sordera total que requieren de alternativas textuales a elementos multimedia sonoros.
- Usuarios con un lenguaje de compresión y entendimiento muy limitado, como es el caso de personas con discapacidad intelectual.
- Los usuarios de conexiones lentas a Internet o que acceden mediante equipos portátiles del tipo «palm top» o teléfonos móviles con reducidas pantallas gráficas, que se benefician del diseño accesible.
Mitos sobre la accesibilidad web
Desde los inicios de la accesibilidad web han existido unos falsos mitos sobre la accesibilidad web, seguramente fomentados por una falta de información o por un desconocimiento de las técnicas que permiten lograr que un sitio web sea accesible.
El mito principal es creer que la accesibilidad de un sitio web se resuelve creando una versión alternativa de «sólo texto». Sin imágenes ni colores y que, por tanto, si quieres tener una única versión de un sitio web y que sea accesible, tendremos que renunciar al empleo de imágenes y colores y el sitio web será «feo y aburrido». Este argumento es totalmente falso.
Pero además de este mito hay otros más:
- Las personas con discapacidad no utilizan la Web: Falso. Más bien todo lo contrario, ya que las nuevas tecnologías e Internet han permitido a un gran número de personas con discapacidad llevar una vida autónoma e independiente.
- Las páginas web con solo texto son accesibles: Falso. Las páginas web que sólo contienen texto pueden ser difíciles de entender por personas con discapacidad cognitiva o con dificultades con el lenguaje como las personas sordas.
- La accesibilidad es cara y costosa: Falso. Evidentemente, el proceso de aprendizaje y la posterior adaptación a los sitios web ya existentes suponen un coste, pero igual que aprender una nueva tecnología (por ejemplo, AJAX) y adaptar los sitios web a la nueva tecnología.
- La accesibilidad es sólo para ciegos: Falso. Existen usuarios con diferentes tipos de discapacidad que pueden experimentar distintos problemas de acceso y uso del contenido de las páginas web.
- La accesibilidad es sólo para las personas con discapacidad: Falso. Aunque las personas con discapacidad pueden ser los usuarios que más se beneficien al aplicar la accesibilidad web, en realidad se beneficia todo el mundo, ya que también ayuda a cualquier usuario que se encuentre en circunstancias especiales como puede ser entornos con baja iluminación, ambientes ruidosos, acceso a Internet con conexiones y equipos con capacidades limitadas, etc.
Las barreras de accesibilidad en internet, y cómo ponerle solución
Aunque el concepto de accesibilidad web resulte relativamente reciente, si hablamos de la historia de la accesibilidad web podemos remontarnos a 2007. Fue allí donde se fijaron las bases sobre la navegación que deberían cumplir muchas webs en dos años.
En teoría, a partir de 2009 tenían que tener webs accesibles las administraciones públicas, las entidades privadas encargadas de gestionar servicios públicos, las que recibieran financiación pública y todas las empresas con más de 100 trabajadores o que facturasen más de seis millones de euros anuales.
De forma específica, se hacía mención a entidades bancarias, aseguradoras, agencias de viajes, agencias de transportes, suministradoras de gas, agua y electricidad, empresas de telecomunicaciones y grandes superficies. Más tarde se incluyó también a las redes sociales que estuvieran desarrolladas por entidades con un volumen de operaciones de seis millones.
No obstante, poco hace falta investigar para comprobar que esto no ha sido así, y casi 15 años después, queda mucho camino por recorrer. Y es que, el desconocimiento hace que existan fórmulas que abogan por ser más accesible, poniendo sencillamente un widget, y lo cierto es que no cumplen con los requisitos ni de lejos.
También nos encontramos con desarrolladores que, aunque tengan el conocimiento técnico. Apenas se pide consulta con personas expertas en todo tipo de condiciones y diversidades, los cuales conocen de primera mano los parámetros necesarios para que un sitio web sea totalmente accesible.
Ante todo concienciar
Resulta vital concienciar de que garantizar la máxima autonomía posible resulta vital, y supone un derecho para la ciudadanía al completo. No podemos pasar por alto la realidad, no podemos seguir adelante desarrollando tecnología, sin potenciar su carácter plenamente universal.
A veces, resulta tan sencillo como asesorarse a través de las personas expertas en accesibilidad universal y diversidades funcionales.
Y es que, a la vista está de que no es cuestión de mayor inversión económica, ni de manejar grandes recursos, solo se debe abrir los ojos a todas y cada una de las realidades con las que cohabitamos, mostrar empatía plena, y apostar por la total inclusión y adaptación del mundo web para la ciudadanía al completo.
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