El 1 de octubre el Ministerio de Hacienda entregará en las Cortes el proyecto de Presupuestos del Estado para el 2015, en el que se presentará la nueva ayuda para desempleados de larga duración sin recursos mayores de 45 años. Con ella se pretende la mejora de la empleabilidad y la inserción laboral de este colectivo, que a día de hoy supone más de un 62% de la población.
Tras una reunión mantenida por el Ejecutivo, la patronal y los principales sindicatos a principios de julio, se firmó el ‘Acuerdo de propuestas para la negociación tripartita para fortalecer el crecimiento económico y el empleo’, con el que se comprometían a poner en marcha este plan de ayuda.
Extracto del acuerdo:
“El Gobierno y los Interlocutores Sociales acordamos avanzar en los niveles de protección de determinadas prestaciones, utilizando los recursos públicos disponibles, entre ellos los procedentes del Fondo Social Europeo y del Fondo de Ayuda a los Desfavorecidos”
“Asimismo, y mientras que las acciones y medidas, como las que se proponen en el Plan de Empleo e Impulso de la Activación, despliegan todos sus efectos, el Gobierno y los Interlocutores Sociales acordamos avanzar en mecanismos coyunturales de protección.”
“En particular, nos comprometemos a ampliar en el mes de octubre los mecanismos de protección ligados a las políticas de empleo a los parados de larga duración en situación de especial necesidad para facilitar su retorno al empleo sin perder la necesaria protección social.”
“Los beneficiarios deberán acreditar de forma regular su búsqueda activa de empleo, así como participar en cualesquiera acciones de inserción propuestas por los servicios de empleo.”
Así, podríamos decir que este acuerdo establece como objetivo principal la protección a los parados de larga duración mientras que las medidas propuestas en planes anteriores alcanzan los objetivos previstos; protección así mismo de las prestaciones ya existentes utilizando todos los recursos disponibles, y la revisión del actual modelo de Rentas Mínimas de Inserción o Rentas Básicas. Y aunque aún no se conocen los detalles del proyecto final, todo indica que la prestación para desempleados de larga duración, será una ayuda ligada al cumplimiento de cursos de formación o cualificación profesional. Además, los sindicatos pretenden que tenga una duración de un año, tiempo que consideran mínimo para formarse y permitir que la economía se recupere.
El objetivo de los sindicatos es que esta nueva ayuda suba al menos diez puntos porcentuales la tasa de cobertura, que ahora no llega al 60 % (en la actualidad, lo que existe es el ‘Plan Prepara’, un subsidio de seis meses para quienes han agotado el cobro del seguro de desempleo y que existirá mientras la tasa de paro no descienda del 15%). Pero a pesar de que a priori estas noticias puedan parecer buenas, la realidad es que a la vez que se firman nuevos acuerdos de ayudas, las partidas presupuestarias destinadas a estos fines disminuyen. Y teniendo en cuenta que en este momento hay 740.500 hogares en España que no tienen ingresos, más del 62,1% de los desempleados son de larga duración (71% si nos centramos en los mayores de más de 45 años, con graves dificultades de inserción laboral), las noticias no son nada optimistas. Por ello la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reclamó a España la intensificación de este tipo de ayudas para atenuar el riesgo de pobreza ya que cada vez más las voces que comparten la idea de que no habrá verdadera recuperación económica si la tasa de paro no baja significativamente.
Puede leer el ‘Acuerdo de propuestas para la negociación tripartita para fortalecer el crecimiento económico y el empleo’ de forma íntegra pinchando aquí.
Fuente de la gráfica: El País